TOUCHâ–²

Querida bebé misty, tinky-whisty, star. Creo que ese último es el mejor apodo que pudimos haberte puesto, es el que más ha prevalecido a lo largo de los años desde que te conozco y es literalmente la manera más sencilla de explicar el lugar tan importante que tienes en nuestras vidas.

Cuando todo es caótico, borroso, inestable, incierto y da miedo... eres tú ese punto de gravedad, quien nos mantiene con los pies en la tierra y con el corazón en la órbita correcta. Eres nuestra guía, muy fiel a tu luz, a ese brillo imparable que no se rinde, sin importar cuántas veces tropiece o alguien se esfuerce por apagarle. Sé que vivimos a base de que te llore como una niñata y tú me devuelvas a la realidad con un zape, pero esta amistad es algo que no cambiaría por nada. Sé que puedo acudir a ti por un hombro, por un abrazo, una opinión sincera y un lugar donde existir en paz.

El mundo es muchísimo mejor gracias a que personas como tú, en especial tú, hacen de todo, todos los días, para dejar en este una huella realmente significativa y tú la has dejado en nuestras vidas, sin la menor duda. Espero que así como tú siempre tienes algo bueno para darnos, la vida continúe compensando tus pasos, te siga colmando de sueños, de metas, de fuerza para perseguir todos tus deseos y anhelos. Que te mantenga siendo esta personita tan preciosa que siempre has sido y ojalá hoy podamos hacerte sentir tan especial e importante como lo eres.

¡Pasa el más feliz de los cumpleaños! Y el mejor día, todos los días. Te amo muchísimo, estrellita de nuestros corazones.

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